María es una mujer de 52 años que tras sufrir un accidente queda en coma. Tiene dos hijos de un matrimonio anterior y una pareja con la que convivía desde hacía un año; vivían en una casa familiar y trabajaba como comercial. Al día de hoy precisa el cuidado de una tercera persona y es dependiente para las actividades de la vida diaria. Tiene afectadas las habilidades funcionales necesarias para ejercer el gobierno de sí misma en sus esferas personal y patrimonial y necesita vivir en un medio controlado con cuidados sanitarios y básicos continuados para su persona.
María va a precisar de autocuidado personal, control de la medicación, asistencia a las visitas médicas, seguimiento de tratamientos médicos y gestión de su dinero o realización de trámites administrativos.
Su familia nos pide ayuda ¿Cómo podemos ayudarla a ella y a su familia?
Está claro que existe una clara necesidad asistencial cuya ausencia impide el ejercicio básico de sus derechos, por eso y conforme a la nueva Ley 8/2021 de 2 de junio, hemos solicitado para ella la constitución de una curatela, por un lado en la esfera personal para las actividades cotidianas, que la va a ejercer su pareja y por otro lado en la esfera patrimonial en los actos de administración y disposición económica, que la va a ejercer su hijo mayor, quedando así María provista de los apoyos judiciales necesarios para ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que los demás.